viernes, 6 de noviembre de 2015

RESEÑA "AL FINAL DE LA CALLE 118"



Vivir al final de la calle 118 no es fácil. La madre de Valeria y Raven las abandonó hace años sin dar explicaciones y ambas han tenido que aprender a ganarse la vida. Mientras Valeria tiene un insignificante trabajo como modelo, su hermana patea la ciudad en busca de hombres a los que seducir para pagar el alquiler a cambio  de sus servicios. Valeria pensaba que todo seguiría así para siempre… hasta que escucha la música de aquel chico al final de la calle, junto a su casa, y sus miradas se cruzan. Desde ese momento, una serie de curiosas coincidencias llevará a los personajes de esta novela a cambiar sus vidas como nunca se hubieran imaginado. 

Hazel: Sin palabras, me he enamorado de este libro o_o. Es tan aaaah que no sé ni cómo expresarme a la hora de escribir esta reseña.

Me encanta, pero me encanta, la forma que tiene de escribir Clara Cortés, es una forma tan fluida y rápida de leer pero que expresa tanto a la vez que es increíble. Luego a la hora de trazar el personaje de Raven se ha lucido, le ha dado tal sentimiento a ese personaje, tal vida, que de verdad me ha dejado muy, muy sorprendida. Además la trama capta tu atención y te atrapa desde el primer momento que empiezas a leer.

La sinopsis tal vez os pueda confundir un poco y penséis que esta historia tratará sobre el amor, pero no. Esta es una historia muy conmovedora y para nada ñoña y típica, incluso en algunos momentos te hará reflexionar y pensar en lo dura que puede ser a veces la vida. 

Como dije antes, Raven es un personaje muy bien trazado por la autora y que expresa un montón, sobretodo ese sufrimiento que intenta esconder a lo largo de la historia. Además a este personaje le rodea una metáfora muy sentimental donde se la identifica con un cuervo. Su hermana Valeria durante la novela sueña en que ojalá se rompan las alas de ese cuervo y resurja su antigua hermana, Rachel. 

Luego está ese chico al que escucha al final de la calle, Simon. Es muuuuy adorable y no es el típico chico malote que solemos ver en los libros juveniles, os encantará <3

Y el final....bueeeeno... Me llevé una pequeña/grande bofetada XD Al principio fue como:

                                                                                                              Me estás bromeando, ¿verdad?


Leí el epílogo y me quede con cara de WHAT? ES CIERTO, HA OCURRIDO. WHYYYY?

Después de un rato lo acabé asimilando :)


Por todo lo que me ha gustado este libro y como lo he disfrutado le doy una puntuación de 5/5.

“Los libros son diferentes para cada persona que los lee, pero a la vez son iguales para todo el mundo y a ellos no les importa quién eres, o dónde vives, o quién es tu familia.” 

“Si yo nunca digo nada es porque de nada sirve. Sería como tirar una bengala al aire y pretender que eclipsase mínimamente las estrellas.” 

“Mis Cosas Pendientes. Tengo un par de esas, sí. Una vez me las apunté en el brazo, pero me di cuenta de que no quería que Raven las supiera, así que creé una habitación en mi cerebro solo para guardarlas ahí. Fue el sitio más secreto que se me ocurrió que podría tener y que sería solo mío, un lugar donde no tendría que darle explicaciones a nadie. Poco a poco, la habitación se ha ido llenando, como un trastero enorme, desordenado y entrópico. Está lleno de polvo y porquería.” 

“Es curioso ver cómo funciona el mundo, y también lo es ver cómo funcionan las personas. Me resulta extremadamente fascinante su comportamiento porque, aunque puede dar la sensación de que sí, en realidad no hay reglas, ni pautas a seguir, ni nada puede ser determinado. Cada uno somos un universo completamente distinto y podemos intentar generalizar todo lo que queramos, pero siempre habrá excepciones para todo porque nadie es igual. Nadie se salva de nada, aunque sea más guapo, más alto o más brillante... Y precisamente, no serlo no te deja fuera de la rueda de acontecimientos que es la vida.” 

“No es una garantía de estar bien, porque ya sabemos que el mundo gira gracias a los movimientos inesperados, a las casualidades incontrolables que no pueden predecirse, pero aún así tiene que aprovechar esto.” 

“Está sentado en la acera, con las piernas dobladas, pero se levanta de un salto cuando se me cae la sonrisa que había intentado preparar para él. No llega a tiempo para impedir que esta se haga añicos contra el suelo, pero aun así extiende los brazos hacia mí como si no quisiera que yo fuera la siguiente en hundirse.” 

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